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La marcha nórdica, desde hace mucho tiempo, se ha hablado de ella como Pilates en movimiento. Descubre por qué.

Eva Espuelas, creadora de PilatWalk nos dice que Pilates “es una actividad física principalmente basada en una serie de principios posturales que a su vez se refuerzan con un gran trabajo de tonificación”. La marcha nórdica, por su parte, es un ejercicio aeróbico donde caminamos con unos bastones específicos que nos aportan impulso.

De ahí que, aunque nosotros nos llamemos Caminar Con Bastones, la realidad es que la marcha nórdica es mucho más que caminar con bastones. Es necesaria una técnica, que es sencilla de aprender y que requiere un poco de esfuerzo perfeccionar, pero que no es sólo coger los bastones y ponerse a caminar con ellos.

Algo que prácticamente todos mis alumnos me dicen es que al caminar con los bastones van más estirados. Y es que esa es una de las grandes ventajas de los bastones y de su posición de impulso, que no de apoyo como en el senderismo o en el trekking. La posición del bastón formando un ángulo de entre 45 y 60 grados con el suelo nos "obliga" a llevar la columna estirada, por lo que caminamos más erguidos. Y este es uno de los motivos de denominar al Nordic Walking, Pilates en movimiento: el control postural y su mejora.

Si has pasado alguna vez por una clase de Pilates, seguro que has escuchado hablar del CORE. Toda esa musculatura profunda que, a modo de corsé y si la tenemos bien trabajada, evita caidas (ya que mejora el equilibrio) y las molestias y lesiones lumbares. Al caminar con nuestros bastones, podemos llevar toda esa musculatura activada, de forma que trabajamos esa zona, como si de una clase de Pilates se tratara.

El Nordic Walking cumple todos los Principios Fundamentales del Método Pilates siendo un ejercicio aeróbico al aire libre con efectos muy positivos para la salud corporal y mental.

Entonces... ¿por qué PilatWalk?

La marcha nordica es un ejercicio aeróbico que potencia, sobre todo, la parte cardiovascular y, por tanto, la resistencia. Y aunque, según caminamos, trabajamos un gran porcentaje de masa muscular, si queremos potenciar otros elementos, como la fuerza, la tonificación de un grupo muscular en concreto o el equilibrio, de una forma más específica, es donde hacen su aparición las píldoras de PilatWalk.

Al igual que la marcha nórdica, PilatWalk es inclusivo. ¿Y esto qué quiere decir? Que lo puede practicar prácticamente todo el mundo, independientemente de la edad o de la condición física. Si no has hecho deporte nunca, al principio, comienzas con menos repeticiones o menos intensidad y, poco a poco, vas subiendo de nivel.

Todos los ejercicios se hacen de pie. Piensa que en Madrid, en el mes de Enero, tumbarse en el suelo, por ejemplo, del Retiro, por mucha hierba que haya, o en la Dehesa de Navalcarbón, en Las Rozas, no es precisamente saludable. Y salimos todos los días, salvo que haga un calor insoportable o llueva a mares.

TODOS los ejercicios de Pilates que hacemos en PilatWalk son con la ayuda de los bastones de Marcha Nórdica y SIN IMPACTO, cumpliendo así el principio de inclusividad del que hablaba hace un momento.

Una sesión de PilatWalk consta de un calentamiento, dos fases de carga, que serían PilateAndo (que es como denominamos en PilatWalk a la parte de Marcha Nordica) y luego paramos en una serie de estaciones donde realizamos los ejercicios en los que nos centramos en los diferentes grupos musculares: tren superior, tren inferior, abdominales o glúteos. Siempre terminamos con unos estiramientos.

Si quieres saber más, lee el artículo qué es PilatWalk en el que podrás encontrar más información y una invitación muy especial de Eva Espuelas, creadora de PilatWalk.